InnovaTuvida
MI BLOG
Si no pagaste la cuenta,
la pagará tu descendencia
¿Estafaste? Dañaste a alguien y no sientes culpa?
Bueno... lo pagan tus hijos y nietos en sus vidas. Alguien vendrá a estafarlos, a dañarlos.
¿No deseas resolver tus conflictos de pareja? Bueno, no lo hagas, los resolverán tus hijos y nietos en tu lugar.
¿No deseas hacerte cargo de las parejas que dañaste? Ó del dolor que aún cargas por ser dañado por parejas anteriores?
Bueno, serán tus hijos o nietos quienes carguen todo eso por amor, por lealtad, por una profunda fidelidad...
¿No quieres sanar tu infancia y el dolor que viviste, y crees que todo quedó en el pasado? Bueno, lo cargarán tus hijos como fantasmas en sus vidas, llevando vidas que los empuje a la desdicha...
¿Excluíste a alguien del sistema?
Bueno, alguien vendrá en el futuro, a excluir a tus hijos o nietos. A hacerlos sentir que no son parte, vivirán discriminación, o vivirán las vidas de esos que excluíste por amor a la inclusión...
TODO ES ENERGÍA que se TRANSMITE y se HEREDA a la siguiente GENERACIÓN. Y como la ENERGÍA es SABIA y AMOROSA aunque no lo parezca, SE REPITE para APRENDER la LECCIÓN, para ABRIR el CORAZÓN.
​
Sé que todas estas palabras son fuertes, pero más fuerte es la herencia emocional que estamos dejando a la descendencia si no lo resolvemos... Está en nuestras manos liberar nuestras vidas y la de las siguientes generaciones. Es el gran acto de valentía que podemos llegar a hacer.
La Madre Oveja Negra
Si, soy una mamá oveja negra. Desde antes de conocer a mis hijos, empecé a cuestionar mis creencias y mis traumas de niñez, convencida de que al mirar todas esas heridas de mi infancia podía de alguna forma allanar el camino de ellos. Se que les tocará vivir sus propias experiencias pero estoy segura que este trabajo realizado por mí dará sus frutos tanto en ellos como en mis nietos, bisnietos y todas las generaciones que sigan…
Te gustaría ser una Mamá Oveja Negra? Contacta conmigo, te puedo guiar en este camino.
LA MADRE OVEJA NEGRA
La mamá oveja negra es aquella que decide cortar con mandatos patriarcales y crianzas adulto-centristas. Es la que se anima a seguir su instinto, aunque la familia o el círculo cercano la haga dudar. La madre oveja negra es la que decide con plena conciencia cortar relaciones nefastas sin importar el vínculo sanguíneo, cuando se percata de que esos lazos disfuncionales pueden afectar a sus crías.
La mamá oveja negra es la que hace terapias de todo tipo para sanar sus heridas de la infancia y para sanar también su linaje femenino interno, muchas veces enceguecido por sus propias heridas no resueltas.
Las mamás ovejas negras somos las señaladas con el dedo, esas de las que siempre se cuchichea a sus espaldas, se cuestionan, se critican, se juzgan. En cada familia siempre hay una mamá oveja negra, valiente, que muchas veces se sintió sola, que muchas veces dudó si lo estaría haciendo bien pero que eligió el sexto sentido, el instinto, la tripa, la intuición.
En cada familia hay una mamá oveja negra que no solo tiene que trabajar en ella sino en toda la carga del trauma familiar que sus parientes, su pareja y amistades no quieren o pueden ver. Es solitario ser oveja negra…Pero un día cualquiera, más temprano que tarde, cuando la mamá oveja negra decide empoderarse y levantar la frente y la mirada en la pradera, avista a lo lejos a muchas otras ovejas caminando en el sentido contrario al de su rebaño, a contracorriente, como ella. Y cuando se detiene a observarlas mientras avanzan, calmadamente, de rabo a cabeza, algo mágico sucede: se da cuenta que no son ovejas negras, son ovejas dueñas de su destino.
Porque eso hacemos los valientes, SANAR.
Sanar para no repetir los mismos errores.
Sanar para no matar mundos ajenos.
Sanar para no ensuciar otros corazones.
Sanar para no herir.
Sanar para no dar amor a medias.
Sanar para no ser conformista.
Sanar para darme cuenta que las flores crecen en los jardines, y no en el desierto.
Sanar para no autodestruírme.
Sanar para limpiar mis adentros.
Y aunque mi garganta cargaba miles de nudos.
Y aunque creía casi imposible dejar viejas costumbres, quise sanar, porque eso hacemos los valientes.
Perdonar.
Amar.
Soltar.
Sanar.
Y aún me falta mucho, el universo sabe que todavía me falta, pero día a día voy quitando de mi piel aquello que me hizo sufrir.
Lo estoy haciendo, lo hago…
Sigo sanando por la persona más importante de mi vida, sigo sanando POR MI